¡Hola de nuevo!
En la entrada de hoy voy a hablar de un sitio muy bonito tanto por fuera como por dentro. Se trata de O Pelouro, un centro en el que la gran labor de atención a la diversidad brilla con fuerza propia.
El centro O Pelouro fue fundado en la década de los 70, en una pequeña aldea de Pontevedra (Cadelas de Tui), por la psicopedagoga Teresa Ubeira y el neuropsiquiatra Juan Llauder. Sus métodos pedagógicos han hecho de O Pelouro uno de los mejores centros educativos dado que su impartición de la enseñanza fomenta las habilidades para ser una persona empática, creativa, resolutiva y con liderazgo tanto hacia el propio individuo como hacia otros.
Este modelo pisco-socio-pedagógico (denominado modelo Interactivo-Intersectivo) tiene como figura central o principal al niño o niña. El modelo se desarrolla a través de proyectos centrados en su identidad y en la búsqueda de sus pasiones y talento, en ver la realidad del mundo y comprometerse a aportar su granito de arena para mejorarlo. Además, este modelo presenta una grata innovación y es la de tener en un mismo sitio a niños y niñas con distintas capacidades. Por todo esto, el centro ha sido considerado pionero en la integración de niños con problemas psicológicos y emocionales y como consecuencia, en 1988 fue declarado “Centro Singular Experimental de Innovación Psicopedagógica e Integración”.
En O Pelouro crea un espacio donde la existencia y las peculiaridades de cada niño y niña tienen cabida, donde se les acepta tal y como son. Proporcionando aquello que las escuelas convencionales no pueden proporcionar.
Personalmente, nunca había oído hablar de este tipo de centro y me ha parecido muy interesante descubrirlo. En el vídeo que visualizamos en clase, los profesores comentaron que la jornada escolar comenzaba con una asamblea en la que participan tanto profesores como alumnos. En esta asamblea se deciden las actividades y proyectos que se llevaran a cabo durante la jornada - pero teniendo en cuenta los intereses y gustos de cada alumno. Posteriormente, trabajan de manera individual o grupal los contenidos y finalmente, los niños y niñas se vuelven a reunir para poner en común lo que han hecho durante el día.
Como conclusión, me gustaría destacar las palabras con las que describen los propios fundadores el centro. Para ellos O Pelouro es una escuela donde “poder ser uno y poder ser con otros”, un lugar donde “vivir la diversidad”. En mi opinión este tipo de centros promueve la igualdad, los valores y la integridad de los niños de una manera muy bonita. No obstante, yo soy partidaria de que los niños que presentan ciertas discapacidades deberían ir a centros de educación especial en los que el profesor se pueda dedicar exclusivamente a sus necesidades.
Y vosotros ¿Qué pensáis? Dejádmelo en los comentarios y nos vemos en el próximo post.
Quizá el problema de los centros donde se organiza a los alumnos según su perfil físico-psíquico-loquesea, es que pueden caer en la segregación capacitista y no los posiciona en un plano de realidad cercano al resto, sino a partir de sus características concretas.. Es la movida de la confusión entre Definición e Identificación cuando se trata de la identidad de una persona. Que vaya, es complicado ser sensible a lo individual y acertar en la inserción a la sociedad civil. O sea aúpa o Pelouro y aúpa tú.
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